Como ya comenté en la última entrada, este fin de semana he estado en el concurso de Trieste. He pensado escribir unas líneas como comentario, ya que en pocos sitios he podido tener el privilegio de asistir a un concurso de una calidad similar en todos los aspectos.
Empiezo por el lugar. Trieste es una preciosa ciudad a orillas del Adriático que fue hasta 1918 la salida al mar del Imperio Austrohúngaro. Eso le da un aire único que se percibe en el ambiente, con claras influencias estéticas austriacas mezcladas con el genial ambiente italiano. Además, se come de fábula, lo que es un gran detalle, por lo menos para mí.
La organización ha sido sencillamente insuperable. Rara vez he visto gente más atenta, amable y dispuesta en un concurso. Todo marchó sobre ruedas sin percance alguno. Y eso que las miniaturas estaban en baldas sin vitrinas (podías acercarte y coger cualquier miniatura para mirarla en mano, con todo lo que eso conlleva, tanto para bien como para mal).
Las miniaturas. Allá donde uno mirase veía una obra maestra o algunas pieza directamente legendarias Como muestra alguna foto, sobran las palabras:
En fin un concurso como pocos, no se puede decir mucho más porque no hay palabras para explicar lo bien que me lo he pasado y la mágnífica acogida que me han brindado. Una cita modelística a tener muy en cuenta.
Os dejo una galería con más fotos.
Un saludo
FeR
Magnificent! =)
ResponderEliminarGran pintaza la del concurso, Fernando. Se nota que lo has pasado genial. Una envidia cochina, sana, eso si.
ResponderEliminarUn saludo.